Muestra


Aquí puedes ver un pequeña muestra de lo que te vas a encontrar en el libro, para que puedas hacerte a la idea de si es lo que estás buscando.

Prólogo

Hay miles de libros sobre fotografía, de composición, de iluminación, de iniciación…Así que, ¿por qué otro libro? Pues porque todos los libros que yo me he encontrado en las librerías hasta ahora, sobre todo cuando te inicias en esto de la fotografía están pensados para gente que puede dedicar mucho tiempo a leer y a comprender miles de conceptos y palabras totalmente desconocidas para quienes empezamos a sacar fotos. Este libro es sencillo y ameno. Está escrito sin pretensiones, con la idea de aclarar y no de confundir más. Y sobre todo, con una firme determinación, que de una vez por todas conozcas realmente tu cámara. Porque en la era digital hemos ganado mucho en esto de la fotografía, pero también hemos ganado el impulso de comprar y tener mejores máquinas, objetivos y equipo, sin dedicarle el tiempo suficiente a lo que tenemos, y aprender a estrujarlo al máximo. 

Hoy la mayoría de nosotros tenemos cámaras, y hasta réflex, algo impensable para la mayoría no hace tantos años, pero, ¿realmente sabes utilizar esa cámara que llevas a todas partes y que tiene miles de botones, y que, además, sólo utilizas en el modo automático, sin ni siquiera intentar traspasar la frontera del semiautomático?

La mayoría de las consultas que recibo es sobre qué cámara adquirir, y es extraño cuando preguntas qué es lo que buscan en una cámara, qué es lo que quieren mejorar de su anterior máquina, y la respuesta que recibes es que quieren mejores fotos. Y la mayoría desisten en la búsqueda de una mejor cámara cuando les explicas que la foto no la hace la cámara, si no el fotógrafo. Que sí, que es cierto que con una buena cámara la calidad es mayor, y las opciones también, pero también es cierto, que para saber qué buscamos en una cámara nueva, tenemos que saber qué es lo que echamos de menos en la que tenemos y que para eso, hay que conocerla.

En definitiva, lo que necesitamos no es una nueva cámara, si no conocer la que tenemos, y con el tiempo, quizás una nueva, ¿por qué no?

¿Por dónde empiezo?

Esa fue la primera pregunta que me hice cuando me dispuse a tomarme en serio esto de sacar fotos. Llevaba toda mi vida queriendo aprender, pero no encontraba ni el momento ni la manera… Y después de darle largas durante años, creo que lo primero con lo que hay que empezar es con la voluntad, la voluntad de querer aprender, poco a poco, pero en serio.

La fotografía es de esas cosas que para disfrutar de ella primero tienes que pelear y “sufrir”. Es como cuando aprendes a conducir, al principio lo ves todo imposible, los tecnicismos, la cantidad de controles que tienes que controlar…pero al final, poco a poco va llegando. Llega con la práctica, y un día sin pensarlo, ya ajustas todo en cuestión de segundos, lo mismo que ahora sabes cuando tienes que cambiar la marcha, frenar, acelerar y todo sin pensar.

Para que llegue ese momento, lo primero que tenemos que hacer, es conocer nuestra cámara, eso es imprescindible. Si quieres aprender a sacar fotos, primero tienes que saber dónde están todos los botones, y para qué sirven.

Para mí, que soy muy impaciente, este fue el paso más duro, pero si yo conseguí leer el manual, tú también puedes. Cuando tenemos niños estas tareas se vuelven aún más difíciles, lo sé. Yo aprovechaba los ratos de sol, y salíamos al mini tendedero que tenemos. A Gabriel le encantaba salir a jugar allí, para él era un lugar nuevo por explorar, y a mí me daba el solecito mientras leía aquel tostón. Busca la manera, cada día un rato. Siempre con tu cámara junto a ti, para poder toquetearla mientras lees las instrucciones. Esto último es imprescindible para asimilar toda la información.

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